Sobre la psicoterapia transpersonal.

 

El terapeuta intenta ayudar a la persona a ascender a niveles superiores de salud psicológica, a desarrollar su capacidad de asumir la responsabilidad sobre sí misma y sobre sus relaciones y experiencias, a capacitarla para que satisfaga de manera adecuada sus múltiples necesidades físicas, emocionales, mentales y espirituales de acuerdo con sus preferencias y predisposiciones personales y a contactarse con su propia dimensión trascendental a través de práctica de la vía

transpersonal. Para ello, el proceso no se ocupa tanto de la solución de los problemas particulares per se, (aunque los reconoce, los trabaja y los integra) sino de la creación de condiciones en que se posibilite, según sea adecuado, la solución o la trascendencia de los problemas. El terapeuta no cura la dolencia particular de la persona, sino que la capacita para que aprenda a contactar sus propios recursos interiores y deje actuar sin miedo el proceso natural de curación, que es también un proceso de crecimiento. Lo dicho lleva a lospsicoterapeutas transpersonales a considerar que las crisis significan cambio y que todos losclientes tienen capacidad de autocuración, la cual se ve estimulada por el desarrollo de laconciencia transpersonal.

Por lo demás, la situación terapéutica es concebida de manera que ambos participantes trabajen sobre sí mismos, cada uno de la manera más adecuada para su propio desarrollo. La concienciaes entendida aquí como el instrumento y el objeto del cambio a la vez.

Para alcanzar sus propósitos, la psicoterapia transpersonal hace uso de todas las técnicas que se encuentran a su disposición, ya que integra todas las teorías que se han estructurado para lograr una comprensión más plena de la psique. La elección de las técnicas se adapta por completo a las necesidades del cliente y a su estado de conciencia, ya que determinadas herramientas se muestran más eficaces con determinados niveles de desarrollo de la conciencia.

Para que ello sea posible, el terapeuta debería tener conocimientos teóricos y prácticos extensos sobre diferentes técnicas psicoterapéuticas, y de esa manera contar con la posibilidad de hacer uso de varias de ellas cuando resulte necesario.

Frances Vaughan ha hecho una útil distinción entre el contexto y el contenido de la psicoterapia. El contexto queda siempre plenamente determinado por los valores, las creencias y las intenciones del terapeuta. Un contexto transpersonal se crea según ella cuando se trabaja con creencias abiertas en lo que se refiere al proceso terapéutico. Una de tales creencias sería por ejemplo la idea de que todo tipo de valores y pensamientos, con independencia de si son expresados abiertamente o no, afectan al proceso psicoterapéutico.

"Idealmente -dice-, una orientación psicoterapéuticas transpersonal sirve de base a una integración equilibrada de los aspectos físicos, emocionales, mentales y espirituales del bienestar”, y en este sentido se parte del supuesto de que en tal contexto la sabiduría interior del organismo se sentirá libre para emerger como fuerza integradora y curativa...

Los contenidos, a diferencia del contexto, los determina y proporciona el cliente, y el contenido nunca será exclusivamente de naturaleza transpersonal puesto que de forma invariable reflejara todas las experiencias vitales del cliente.

La actitud del terapeuta transpersonal debe ser en primer lugar de un compromiso profundo con su propio crecimiento personal y espiritual. Esto es de gran importancia debido a que  "el estado deconciencia del terapeuta tiene un efecto profundo y de largo alcance sobre la relación terapéutica"y por lo tanto en el cliente mismo. En este sentido esnecesario que la perspectiva transpersonal se manifieste en el terapeuta "no como una posturaideológica ocasional, sino como un reflejo de su modo de vida" (Celis, 1996). El terapeuta debeintentar llevar su desarrollo transpersonal en la relación terapéutica misma a dimensiones óptimaspara atender con plena conciencia a su cliente. El crecimiento de uno de los participantes en larelación facilita enormemente el del otro. El psicoterapeuta debe estar dispuesto a encarar todoobstáculo que surja con respecto a la percepción de sí mismo con el fin de establecer condiciones favorables para su cliente.

El resultado exitoso de la psicoterapia transpersonal se caracteriza en términos generales por un sentimiento ampliado de la identidad que con frecuencia se asocia a cambios motivacionales. Las motivaciones dejan de estar dominadas predominantemente por los intereses propios y pasan a conformarse en torno a intereses que trascienden a un individuo o a un ego en oposición a los otros seres humanos y separado de ellos. Es probable que la persona manifieste una creciente aceptación de cualquier experiencia humana y así reduzca la necesidad de utilizar sus mecanismos defensivos.

La apertura a lo transpersonal siempre se acompaña de un sentimiento de libertad personal y una renovada sensación de ser responsables y de estar dirigidos desde nuestro “yo” mas real. Por eso dejamos de sentir que somos manejados por fuerzas “exteriores” ajenas a nosotros mismos.

"Una vez que una persona ha despertado a las dimensiones transpersonales de la experiencia, la vida misma se ve desde una perspectiva diferente”.

Resumiendo, podemos decir que una terapia verdaderamente transpersonal (que será solo posible si el terapeuta es un verdadero practicante de la vía transpersonal) implicará una expansión de la conciencia del cliente, quien verá y sentirá cada vez más claramente, que tanto sus sufrimientos y conflictos “actuales” como su insatisfacción general provocada por su imperfección y sentimientos de incompletud son nimiedades comparadas con las infinitas posibilidades que ya comienza a vislumbrar y a experimentar.

De este modo, al disminuir la identificación con su melodrama interno y crecer su sabiduría, el cliente experimenta una serenidad desconocida por él hasta entonces y una “abundancia” de motivación positiva que en virtud de precisas leyes evolutivas se transforma inexorablemente en simpatía-empatía hacia todos los seres sintientes (compasión), y del mismo modo que la conciencia de vigilia “normal” se ve acompañada inevitablemente de pensamiento compulsivo alrededor de temas relacionados con los deseos, la preocupación, los miedos, etc., el desplazamiento de los intereses personales del cliente desde su ego hacia valores superiores como la compasión, la belleza, la creatividad, etc. marca el comienzo de una serie de cambios revolucionarios que constituyen el amanecer del siguiente peldaño de la evolución de la vida, la Supraconciencia.